APR no cubre la superficie, la transforma.
Sistema APR – Active Primer Reaction
La tecnología APR (Active Primer Reaction) desarrollada por Diamondplure combina una nueva estructura de adhesión con una activación nanonquímica avanzada
El proceso no se basa en una simple película que cubre la superficie, sino en modificar controladamente el estado estructural del material.
APR funciona en dos fases
1. Activación de la superficie – Primer
El APR-primer inicia reacciones controladas de intercambio iónico a nivel microscópico en la superficie
Abre los puntos de anclaje óptimos sin necesidad de lijado ni tratamientos mecánicos y prepara el material para recibir la red de SiO₂.
2. Protección fusionada – Nanoactivador
El APR-nanoactivador fija de forma covalente las partículas de SiO₂, cerámica y carbono al material tratado
El resultado es una estructura superficial fusionada que pasa a formar parte del material – no es una simple capa añadida encima
La tecnología APR no solo se adhiere a la superficie — la transforma de forma permanente.
¿Por qué la tecnología APR de Diamondplure es excepcional?
Los recubrimientos convencionales solo descansan sobre la superficie, mientras que la tecnología APR transforma la estructura misma del material.
La superficie fusionada ni siquiera es visible durante la aplicación, pero su eficacia se refleja en cada uso y en cada entorno.
Ventajas de APR:
- Resistencia extrema – una sola aplicación → protección durante años sin necesidad de capas adicionales.
- Fusión inmediata → sin pulido, sin esperas, la protección se activa en el instante en que el recubrimiento toca la superficie.
- Resistencia química avanzada – los ácidos, bases, sales y disolventes no pueden romper la reacción superficial creada por APR.
- Claridad óptica – la superficie obtiene profundidad y brillo vítreo sin una capa gruesa o masiva.
- Conservación de la textura original – la fusión no altera el acabado: el brillo se mantiene brillante y el mate conserva su aspecto natural.
- Uniformidad perfecta – sin cambios de color, sin rayas, sin defectos ópticos, en cualquier condición
No se trata de recubrimiento: se trata de fusión a nivel molecular.
Ese momento en el que las yemas de tus dedos tocan la superficie…
y sientes una suavidad casi sin fricción, un acabado vítreo y sedoso
Al mismo tiempo, ves un tono profundo, lleno y brillante
Y es entonces cuando lo entiendes:
esto ya no es un “recubrimiento”
Es un material que ha renacido
Y lo más sorprendente ocurre cuando vuelves a mirar la superficie meses después…
Es imposible no notarlo.
